sábado, 30 de marzo de 2013

La Marca Vaisnava de Jesús


[PURANAS] 

El manto de Turín, conocido como el Santo Sudario, en el cual se encontraría dibujado el cuerpo del Señor Jesucristo, encierra más misterios de los que se creían. Si observamos con atención a los detalles de la frente, entrecejo y puente nasal, notaremos que la imagen corporal plasmada en esta tela exhibe lo que parecen ser marcas geométricas similares a una "U" cuadradra y a una "V" ¿Resultan familiares? 
Aunque los fieles católicos y cristianos del mundo jamás lo acepten, Jesús fue un devoto de Krishna. Y las pruebas de aquello, como ya lo estamos anticipando, no provienen sólo de la cultura védica, sino también de personas asociadas a la historia cristiana y de investigadores vinculados a la Iglesia Católica. Es cierto, Jesucristo fue un vaisnava, el manto de Turín y varias pinturas meioevales así lo confirman.

En 1930, el investigador oficial de la "Sábana Santa", el francés Paul Vignon, detectó 15 marcas sobrepuestas en la imagen corporal del sudario. Algunas de ellas correspondían a rasgos corporales acentuados, pero otras, a elementos "anti-naturales". En otras palabras, este científico logró establecer la presencia de elementos ajenos a los rasgos humanos sobre el cuerpo del crucificado. 

Entre estas 15 marcas, Paul Vignon destacó algunas como rasgos anatómicos acentuados; pómulos, cejas, aleta izquierda de la nariz, barba bifurcada, etc. Buscando interpretar el resto de las marcas no asociadas a rasgos naturales, hipotetizó que algunas de ellas serían regueros de sangre, por ejemplo. Sin embargo, también se dio cuenta que en la frente, entre las cejas, y al comienzo de la nariz existían marcas con formas geométricas muy diferentes y extrañas. Clasificó estas marcas como una raya transversal en la frente, un cuadrado de tres lados entre las cejas (como una "U"), una "V" en el caballete de la nariz y una "V" dentro del cuadrado. Ninguna de estos 4 rasgos tuvo una explicación concluyente y satisfactoria.
Pero el análisis de Vignon no concluyó allí. Luego del estudio que efectuó al sudario emprendió una revisión exhaustiva del arte asociado a las representaciones de Cristo, basándose principalmente en la colección de obras existentes en el museo de París. 

De esta revisión artística, Vignon logró extraer ciertas conclusiones. En las pinturas o esculturas occidentales de los primeros siglos del cristianismo, Jesús aparece siempre  en forma de un joven Apolo de rasgos griegos o romanos. Sin embargo, a mediados del siglo VI, se extiende por todo el imperio una morfología y una fisonomía radicalmente distintas. La iconografía de Cristo comienza a mostrar, en pinturas posteriores al siglo VI, rasgos casi idénticos al rostro del Sudario de Turín. Según Vignon, las obras bizantinas que retratan a Jesús asumen características comunes, coincidiendo casi en las  15 marcas encontradas por él en el sudario. Esto quiere decir que, o el arte bizantino se basó en el Sudario, confiando los artistas en su autenticidad, o bien, el sudario, siendo un trabajo artístico posterior y no el manto mortuorio real, se basó en las obras artísticas del período bizantino. De cualquier manera, lo cierto es que tanto el sudario como el arte bizantino reconocían en la figura de Jesús muchos rasgos comunes, incluyendo por cierto las figuras geométricas en la frente, entrecejo y nariz ¿Cómo se explica que los artistas coincidan en estas 15 marcas, o en la mayoría de ellas, a la hora de retratar a Jesucristo?
La lógica indicaría que estas marcas son entonces rasgos reconocidos como propios en la figura de Jesucristo. En el mismo sentido y como un hecho particularmente interesante, de los cientos de iconos bizantinos examinados por Vignon, el 80 por ciento tenía la marca de identificación entre los ojos, tema que resulta muy significativo desde el punto de vista vaisnava. Los católicos y cristianos del mundo no han podido decifrar que significan estas marcas no naturales del rostro, dando escuetas e inocentes interpretaciones al respecto, sin considerar nunca un nexo con el vaisnavismo dentro de las explicaciones posibles. 
Pero los devotos del Señor Sri Krishna saben de que tipo de marca puede tratarse. Para aquellos que no están familiarizados, todos los Vaishnavas usan una marca de arcilla dibujada en el centro de la frente que se extiende hacia el puente de la nariz. Los cuerpos son ungidos así como templos de Dios. De esta manera se puede entender porque las "marcas de Vignon" se han descrito como "antinaturales", simplemente porque es una arcilla Santa que se aplica diariamente. Al respecto también resulta interesante que Cristo fuera conocido como el "Ungido". 
El rostro de un vaisnava puede ungirse de distintas maneras según sea el grupo, escuela o sampradaya a la cual pertenezca. De tal forma, Jesús pudo portar un tipo de tilaka de entre muchas clases de marcas usadas por los vaisnavas:
Parece asombrosamente coincidente que las marcas del Santo Sudario calcen con los rasgos de la iconografía bizantina, y más sorprendente aún, que las marcas en la frente exhibidas en el primero y en las segundas, se parezcan extraordinariamente al tilaka vaisnava, empleado por los seguidores de Visnu (Krishna) siglos antes de Cristo y en la actualidad. Sí aún quedan dudas de lo  anterior, simplemente contemple la siguientes obras panteocráticas bizantinas:
 
Pantocrátor de Dafni, Grecia, entre 1080-1100 d. C.  y Cristo Patocrátor de la Catedral de CefaluSicilia, del 1200 d.C.

Y aunque el análisis sobre la fe original de Jesús el Cristo se ha basado, hasta aquí, en las comparaciones e interpretaciones de los íconos bizantinos (pantocrátor) y del Santo Sudario, terreno que aceptamos especulativo por el momento, sabemos que Él fue un verdadero vaisnava por aspectos más profundos y filosóficos, ante los cuales no existe escepticismo: simplemente al estudiar sobre su vida y enseñanzas entendemos que su prédica consistió en difundir el amor puro por Dios, al igual que lo es la meta de todo vaisnava sincero, enseñar a la humanidad el servico amoroso devocional a la Suprema Personalidad de Dios y conseguir prema bhakti, amor y devoción pura por Krishna. Y esta, sin lugar a dudas, es la marca vaisnava de Jesucristo.

Su sirviente, Janardana das.

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